Cualquier hombre que acaba de estrenarse en la paternidad sentirá un sinfín de miedos, de dudas y de inquietudes que, como es lógico, se mezclan con la felicidad que siente por tener al bebé en casa.
Eso hace que se encuentre viviendo uno de los mejores momentos de su vida, pero, al mismo tiempo, uno de los más complicados en cuanto a la incertidumbre que experimenta respecto a si será un buen padre o no.
Enseguida le brindaremos una serie de consejos que le servirán para conseguir ser un buen padre, el que necesita su hijo:
1-Expresarle el amor
Sin lugar a dudas, el principal consejo que se le puede dar a un hombre para ser un buen papá primerizo es que no dude en expresarle el amor que siente a su hijo. Sí, eso es lo que debe hacer aunque ese sea un bebé. Y es que las caricias, los besos y las palabras de ternura que le dé al bebé este los sentirá, le harán identificarle y reconocerle, permitirán que se estreche notablemente el lazo paterno-filial y, sobre todo, conseguirá que tanto uno como otro disfruten de lo que realmente es la felicidad: estar al lado de la persona que quieres y que el amor sea lo que os una.
2-Estar pendiente de sus necesidades
Ni que decir tiene que otra recomendación básica para alcanzar el objetivo citado es que el adulto esté pendiente de las necesidades y cuidados del recién nacido. En concreto, lo mejor al respecto es que se ponga de acuerdo con su pareja y los dos formen un “equipo perfecto” a la hora de conseguir que el bebé se encuentre bien atendido y que ambos papás puedan estar descansados en la medida de lo posible.
Por eso, no debe dudar en coordinarse con la mamá para cambiarle los paños, bañarle, dormirle e incluso llevarlo al pediatra o a la farmacia para pesarlo.
3-Dejar de lado el egoísmo
Una de las reglas máximas que todas las mujeres que son madres dicen que aprenden en el mismo segundo que les ponen a su hijo en brazos por primera vez es que él es desde ese momento lo primero, es decir, que se acabó el egoísmo de pensar en sí mismas siempre y por encima de los demás. Ahora, lo que importa es el recién nacido y sus necesidades y eso precisamente es lo que debe pensar el papá. Eso supone que priorice en su vida al pequeño, porque es un ser indefenso que necesita cariño, atenciones, cuidados…
4. Coordinarse para poder llevar a cabo de la mejor manera posible tanto el cuidado del pequeño como las tareas del hogar.